Entonces cuando te pregunto si eres una persona reactiva . Me refiero a si reaccionas automáticamente ante el estímulo del otro, cuando hablamos principalmente de una conversación, una discusión, algo que genera en ti cierto tipo de desencadenante.

Siempre les hago esta pregunta a mis clientes, especialmente cuando hablamos de equilibrio emocional.

Muchos coachees buscan el equilibrio emocional porque se encuentran estresados ​​casi a diario y se dan cuenta de que cuando cualquier pequeña cosa que sucede sale según lo planeado, es como el fin del mundo y luego terminan desquitándose con otras personas. Y en el fondo sabemos que eso no es equilibrio emocional porque si lo observamos también nos perjudica.
¿Te identificaste?

Tenía un temperamento muy difícil y era muy reactiva, respondía con rudeza sin necesidad de que eso sucediera, pero muchas cosas me ayudaron en este proceso de reconocerme de esta manera y sentir la necesidad de un cambio.

Vale, sé que soy una persona reactiva, pero ¿cómo puedo cambiar eso?
 

Paciencia y respeto por uno mismo.
 

Realmente siento la necesidad de cambios automáticos provenientes de las personas, creo que esto viene de la forma en que nuestra generación aprendió a tener todo fácil y rápido en sus manos, pero realmente creo en un cambio lineal y recurrente, especialmente cuando hablamos de cambios internos. .

Creamos cientos de hábitos y patrones a lo largo de nuestra vida y cuando notamos un “defecto” queremos cambiar en un minuto.

Y no es así, respetarte a ti mismo también es un paso hacia tu equilibrio emocional. Después de todo, no te estresas ni te entristeces por nada, debemos respetar estos momentos y comprender por qué están presentes en tu vida hoy.

De hecho, recomiendo la película Inside Out . Míralo con una perspectiva más observadora y de aprendizaje, estoy segura que te traerá muchos mensajes sobre el equilibrio emocional.
Bien, ¿has aceptado que tienes que respetarte a ti mismo?
 

Listas y más listas ♥

Haz una lista por un tiempo, anotando todo lo que no te hace bien y todo lo que te estresa.
Me gusta mucho transmitir este ejercicio a mis alumnos, porque a pesar de ser un ejercicio muy sencillo, nos permite tomar conciencia de nuestras propias emociones.
Si eres una persona que se estresa mucho y todo te saca de tu centro, haz el ejercicio durante 2 días, si no estás tan estresado hazlo unos 5 días, porque luego podrás detectar patrones emocionales.

Detectando patrones emocionales, cuestiona cada uno de ellos.
Si hiciste la lista y notaste algunos patrones, pregúntalos.
Tómate tiempo de calidad para preguntar:

¿Por qué tengo este patrón emocional?

¿Qué actitud puedes sustituir este patrón emocional? Por ejemplo, cada vez que me estreso en el transporte público, respiraré conscientemente hasta regresar a mi centro.

¿Cuál es el lado positivo de este patrón?

Todo lo que hacemos tiene una justificación para nosotros, aunque al principio no tenga sentido. Entonces pregúntate ¿cuál es el lado positivo de tu patrón emocional? ¿Protección? ¿Miedo?

Por experiencias previas podemos cerrarnos, creando un escudo y siendo groseros o indiferentes con todos los que nos rodean. Esta es una forma de protección .

¿Pero vale la pena esta protección? ¿No estás también dejando de lado tu esencia por miedo a salir lastimado? ¿No estás lastimando a otras personas?

Respirar.

Este consejo por sí solo sería suficiente.
Antes de responderle a alguien, especialmente cuando estás enojado (se vuelve más fácil una vez que te das cuenta de tus patrones), respira profundamente y cuenta hasta 10, 100, si es necesario.

La respiración te devolverá a la conciencia y esto te ayudará a no ser reactivo. Y se preguntará si vale la pena continuar con esa conversación, discusión, etc.

¿Alguna vez has escuchado la frase: Prefiero tener paz que tener razón?
¡Eso es exactamente!

Cuando somos personas reactivas, tenemos varias razones cerebrales para esto, principalmente la parte de protección que mencioné anteriormente, pero ¿vale la pena algunas discusiones solo para demostrar que tienes razón?

Dependiendo del tipo de discusión, puedes desperdiciar mucha energía sólo para demostrar un punto. Pero al mismo tiempo esto puede estar provocándote angustia, ansiedad, malestar, etc. ¿Vale la pena causarte este daño?

El maestro espiritual Echkart Tolle dice que debemos intentar no reaccionar ante una conversación difícil. Cuando queremos responder de inmediato, probablemente sea solo nuestro ego el que quiere tener razón.

Echkart nos pide que hagamos la prueba de no reaccionar, respirar y no responder con prontitud. Puede que al principio sea una situación completamente incómoda, pero luego te darás cuenta de que tu conciencia se ha expandido.

Y por último me gustaría dejar un consejo que es para toda la vida y no sólo sobre este tema en concreto:

No hagas suposiciones

Probablemente ya he dado este consejo aquí, pero ¿por qué siempre detiene muchas cosas? Cuando hacemos suposiciones sobre una situación o alguien, creemos que sabemos lo que sucederá, lo que la persona está pensando o, simplemente, lo sabemos.

Cuando hacemos suposiciones, dejamos el momento presente e imaginamos el futuro o incluso especulamos sobre cosas del pasado para probar nuestra teoría y al hacerlo, comenzamos a generar diferentes emociones que a veces no necesitan haberse generado, ya que es simplemente una suposición.

¿Quién nunca se ha enfadado por algo y luego se ha dado cuenta de que no era nada de eso y se ha arrepentido?

Observa tu forma de hablar con los demás, tus respuestas y, lo más importante, tus emociones. Y una vez más, respeta tu momento, no esperes que el cambio te llegue de la noche a la mañana.

Sucederá si te comprometes a actuar y ser alguien más consciente , mejor para ti y en consecuencia para las demás personas.