Nuestra rutina diaria puede ser tan intensa que no siempre podemos dedicar el tiempo suficiente al cuidado personal, ¿verdad? Dejar un tiempo en nuestro día para utilizar nuestros cosméticos, darnos un masaje, mirarnos de verdad, puede ser una importante evasión de nuestra rutina diaria, ¡además de ser una estupenda manera de mejorar nuestra autoestima!
Empecemos por lo básico: limpiar, hidratar y proteger .
El primer paso en toda rutina de cuidado diario debe ser limpiar muy bien tu piel, utilizando un jabón adecuado a tu tipo de piel. Si tu piel es muy grasa y/o con tendencia acneica, por ejemplo, es importante utilizar un jabón más secante, con principios activos que ayudarán a prevenir nuevas inflamaciones y erupciones, dejando tu piel más limpia y libre de grasa. Ahora bien, si tu piel es muy sensible o seca, lo ideal es buscar una opción más hidratante y menos agresiva para tu piel.
¡A continuación pasamos a la hidratación !
Repite conmigo: ¡Toda piel necesita hidratación! —¿Incluso los grasos, Glau? ¡SÍ! ¡Esta pregunta es la que más recibo! Toda piel necesita hidratación, ya sea interna (sí, ¿te has acordado de beber agua hoy?) o externa, utilizando una cosmética adecuada a tu tipo de piel.
Si tu piel es mixta a grasa, busca productos con una textura más gel, de sensación más seca. De esta forma tu piel estará hidratada, pero no aumentará su grasa. Ahora bien, si tu piel es más seca busca productos más densos, cremosos y nutritivos.
Aquí es importante destacar que si tu piel tiene alguna característica especial (rosácea, melasma, etc.) es muy importante buscar cosméticos que tengan tratamientos específicos para las necesidades de tu piel. ¡Consulta con tu dermatólogo!
En esta etapa de hidratación/tratamiento puedes optar por comenzar con una crema hidratante básica y si ves la necesidad, añadir a tu rutina cremas y sérums específicos para la zona de ojos, líneas de expresión, etc. Si es algo que te molesta, ¡claro!
Por último y MUY importante, viene el protector solar .
El protector solar protegerá tu piel previniendo el fotoenvejecimiento y, sobre todo, las enfermedades de la piel. Usa protector solar todos los días, incluidos los días de lluvia, ¿vale? Una vez más, es importante buscar un producto adecuado a tu tipo de piel, para no apelmazarla, resecarla o engrasarla. ¡Lee las etiquetas!
Además de esta rutina diaria, también recomiendo utilizar semanalmente un exfoliante, una mascarilla de hidratación profunda y una mascarilla de arcilla.
¡Por supuesto, una cosa a la vez! Si no estás acostumbrada a cuidar tu piel y quieres empezar, te sugiero comenzar con los pasos diarios que te indiqué anteriormente. Cuando esté más cómodo y acostumbrado a la rutina, introducirá otras medidas de cuidados semanales.
Siempre me gusta recordar que hay que cuidarse. No para complacer a nadie, no por presión de la sociedad y no por la compulsión de compra que la industria cosmética nos hace creer que es ideal. De hecho, todo lo que he dicho se puede hacer con productos naturales gastando muy poco. El aloe vera pelado y congelado es una excelente mascarilla humectante y antiinflamatoria. Los posos de café son un gran exfoliante. Los aceites vegetales y esenciales son increíbles aliados en tu rutina de cuidado de la piel, el cabello y demás…
Lo que te propongo aquí es simplemente dejar por un tiempo tu rutina estresante de obligaciones diarias y cuidarte un poquito al día. ¡De esta manera tu autoestima será trabajada cada día!
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